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120 años del nacimiento de Mayakovski

90 años de la publicación de Dlya Golosa


90 años atrás, en el año 1923, dos revolucionarios de 30 y 33 años publicaban en Rusia “Dlya Golosa”, un libro de poemas que se convertiría luego y por siempre —podría ya decirse— en la referencia de síntesis, fuerza y autenticidad para la tipografía y el mundo del libro.

El poeta Vladimir Mayakovski —nacido en Bagdadi, Rusia, en 1893— militó en partidos de ideología bolchevique durante su adolescencia, lo que lo llevó a prisión a temprana edad. Descubrió y gestó allí su ideología poética, que lo acompañó por el resto de su vida. Años después estuvo en contacto con los primeros personajes del movimiento futurista, pudo desarrollar su obra literaria y más tarde, movilizado por la Primer Guerra Mundial, volvió sobre sus ideas bolcheviques con más fuerza y encontró en el constructivismo ruso un grupo de acción revolucionaria en dirección a su ideología. Extendió su actividad literaria al teatro, al cine, al dibujo, al cartel, a la propaganda … y a mediados de la década de 1920 creó junto a Alexander Rodchenko lo que hoy llamaríamos una agencia de publicidad: Mayakovski-Rodchenko Advertising-Constructor. Trabajaron en piezas de propaganda, afiches, publicidad, packaging; en las que Mayakovski se encargaba de crear eslóganes breves y muy directos, dejando a su socio a cargo del diseño.
Es en 1923 que publica —junto con El Lissitzky— el libro “Dlya Golosa”, que reúne 13 de sus poemas más revolucionarios.

Lazar Markovich Lissitzky (El Lissitzky) —nacido en Polchinok, Rusia, en 1890— tomó clases de dibujo desde temprana edad y terminó sus estudios para recibirse de Ingeniero–Arquitecto en Moscú a los 28 años. Se volcó a las artes gráficas y comenzó a vincularse con los movimientos vanguardistas de su país colaborando con pintadas de murales en las calles de la ciudad. Con los años, desarrolló su obra convirtiéndose en referente del movimiento suprematista –guiado por Málevich— y del constructivismo. Influenció ampliamente sobre De Stijl y los artistas de la Bauhaus.

Su trabajo con Mayakovski para “Dlya Golosa” se destaca desde su visión integral: allí, la tarea de El Lissitzky como diseñador excede la diagramación. Su compromiso político y el siempre presente pensamiento analítico unidos a las mismas intenciones de Mayakovski, crearon una pieza que aún hoy nos cautiva, atrapa, nos devuelve y envuelve en la eterna búsqueda de lo trascendental. Aquello que le pertenece a su época y a su vez, décadas después, no sólo conserva su autenticidad: se mantiene más allá del tiempo, nuevo y futuro siempre.

Una pieza que nos confirma que el diseño y el contenido no pueden alcanzar la fuerza y el sentido sin ser unidad.

Julián Balangero, 2013.

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